La crónica de una mapachería anunciada arrojará sobre el cadáver político denominado PRD más paletadas de tierra sucia y desperdicios grupales, sabido como era que la pelea de ayer por las candidaturas se daría
a despensa limpia, en una batalla previamente contaminada en la que concurrirían corrientes, grupos, erario y recursos de delegaciones y gobiernos para apoyar a unos y combatir a otros, ejercicio de desgaste y descalificación que permitirá a los Chuchos calderónicos continuar con su bien pagada tarea de demolición del edificio partidista negro y amarillo.
Dentro de todo este proceso vergonzoso y a pesar de la descomposición del partido, (por no decir putrefacción), quizá lo mejor es que los chuchos nomás no dan una. Con todo y la compra de votos que hicieron (mi barrio no fue la excepción, me comentan mis vecinos), no pudieron imponerse a la mala. La gente ya no es tonta. Muchos recibieron las despensas y las dádivas pero a la hora de votar se acordaron que el voto es secreto y los mandaron directito a la chingada.
Moraleja para los chuchos: Mejor ya ni lo intenten. Una vez más han quedado exhibidos como unos pseudoizquierdistas chafas y en verdad la gente quiere un partido de izquierda de a de veras, no paleros del gobierrno como ustedes.
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